MANDARIN ORIENTAL PARIS


por JOSÉ ROQUERO DE TERESA

Un magnífico hotel que se beneficia de una ubicación única: en la calle Saint Honré, la principal en París en términos de alta costura y a tan solo unos pasos de la Place Vendôme y el Louvre.

Mandarin Oriental se define por su famoso servicio cinco estrellas, una lujosa decoración, así como habitaciones y suites de diseño. Sus aposentos se encuentran entre los más elegantes y amplios de la ciudad, son 99 divididos en: Superior, De Luxe, Duplex, Terrace, Coulture, Panorámica, Real Oriental, Real Mandarin –con vista de 360 grados a la ciudad– y, por último, el inolvidable Penthouse J´aime Paris. Todas ellas combinan un estilo chic y moderno, con pinceladas de art decó y toques orientales, insonorizadas y equipadas con pantallas y teléfonos Bang & Olufsen; aunque, aquello que las hace únicas entre todas las demás de París, son las amenidades como el WC eléctrico con calefacción y especial iluminación nocturna, por mencionar algunas.

En lo que respecta a la parte culinaria, descubrimos la oferta del galardonado chef Thierry Marx, quien ofrece una cocina de vanguardia, deliciosos platos ligeros y tentadores cocteles.

Primero está Sur Mesure, un elegante restaurante de especialidades gastronómicas, donde el menú ofrece delicias como: Risoni con calamares en su tinta, tagliatelle de sepia y crujiente de verduras, cangrejo, sopa y medallón de langosta, corte especial de ternera a las brasas, papas crujientes y crema de berros. Aquí, cada detalle del diseño de Jouin-Manku complementa la experiencia sensorial. Al entrar, los huéspedes se sumergen en una atmósfera íntima en la que domina el color blanco, como si de un lienzo en blanco donde se elabora un menú se tratase. Las paredes y los techos están tapizados en tela blanca, y los presentes adquieren la impresión de estar en una nube de la que cuelga un cristal elíptico, que parece estar suspendido en el aire.

Camelia, es un restaurante abierto durante todo el día y cuenta con menú selecto. Está también el bar “8”, donde una barra de mármol de diseño moderno lo hace sumamente original y cuenta con originales cocteles. La decoración incluye mesas bajas de cristal con diminutas luces, y paredes de madera con incrustaciones de cristal de Lalique a modo de gotas de lluvia. La tenue iluminación, la música y el servicio impecable crean un ambiente sumamente seductor.

Durante los meses de verano, los huéspedes podrán disfrutar del maravilloso jardín; y para ocasiones realmente especiales, podrán elegir la Table du Jardin. Mandarin Oriental París, también cuenta con una Pastelería, que diariamente ofrece exquisitas pastas y pasteles, haciendo honor a San Honré, santo patrón de los panaderos y pasteleros.

El SPA es un oasis de bienestar oriental, un espacio de tranquilidad distribuido en dos pisos y con una superficie de 900 metros cuadrados, uno de los más grandes de París. Diseñado como un santuario para los sentidos, aquí se trata a cada huésped como un ser único. Ofrece tratamientos de expertos con terapeutas de primera clase. Además, cuenta con cuatro suites individuales con instalaciones privadas –como regaderas y vapor–; tres suites para parejas, también con instalaciones privadas; regaderas; vapor y albercas de vitalidad; vapor con hierbas orientales; así como una exclusiva colección de tratamientos faciales de Guerlain.

Asimismo, se beneficia con una alberca de entrenamiento de 14 metros de largo y un gimnasio con los aparatos más avanzados. Éste último, ofrece lo más completo en equipos para estar en forma y los huéspedes cuentan la presencia de Nicolas Véret, un entrenador personal muy conocido y con larga experiencia en programas personalizados de bienestar y ejercicio holístico de primera calidad. Estos programas se han diseñado con el fin de mejorar la salud general y potenciar la capacidad corporal de eliminación de la grasa. De igual modo, a tan solo unos minutos del hotel, el famoso jardín de las Tullerías ofrece un espacio perfecto para salir a caminar o correr.