LA PERSONALIDAD CAMBIANTE DE BERLÍN


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Con una cicatriz que no puede (y no quiere) olvidar, la capital alemana se encuentra en una eterna reinvención que la ha convertido en una de las capitales europeas más atractivas.

POR ANDONI ALDASORO
FOTOS CORTESÍA TOURISM BERLIN

Pocas ciudades en Europa presentan un rostro tan característico como Berlín: paredes intervenidas con arte urbano; galerías y museos tan pequeños como libres y propositivos; boutiques locales junto a tiendas de diseñador; arquitectura vanguardista flanqueada por los restos de un muro que lo dividió todo como una gran cicatriz. Todo en la capital de Alemania habla de lo que fue, de lo que es y de lo que será. Tres momentos que se viven al mismo tiempo.

Berlín es una de esas ciudades cambiantes que no terminas de conocer nunca, como si se tratara de un ente con vida, sentimientos y personalidad. Por esto mismo, darse a la tarea de conocerla en su totalidad es una empresa que llevaría una vida entera. A lo que podemos aspirar, nosotros los viajeros afortunados, es a dejarnos llevar.

Barrios tan diversos como su cultura
La Puerta de Brandenburgo; el Reichstag, edificio clásico coronado por la cúpula del arquitecto Norman Foster, que alberga el Parlamento Federal alemán; la Postdamer Platz y el renovado distrito financiero; la Berliner Dom, iglesia protestante construída en 1750; cuando ya se cubrieron los puntos de interés esenciales, es momento para adentrarse en las venas de la ciudad real.

Berlín se divide en numerosos barrios, cada uno con sus orígenes, pobladores y características únicas: Kreusberg, Prenzlauer Berg, Charlottenburg y Wilmersdorf, Mitte, Neukolln, y Friedrichshain, son los más ricos cultural y artísticamente. En el segundo de la lista: Prenzlauer Berg, por poner un ejemplo, está situado el parque Mauerpark (que significa Parque del Muro) lugar donde se dan cita espectáculos al aire libre a la vieja usanza de los juglares y clowns.

Por otro lado, en Charlottenburg, está el museo The Story of Berlin, en el cual, de manera gráfica e interactiva, se muestra el desarrollo de esta ciudad a través de varios momentos cruciales en la historia de la humanidad como el nazismo. Uno de los atractivos es poder visitar un bunker subterráneo auténtico.

The Story of Berlin
Kurfürstendamm 207 – 208
Berlín, Alemania
www.story-of-berlin.de

El skyline berlinés
El siglo XX ha cambiado a casi todas las grandes ciudades europeas. El paso de los años, así como los choques de su reciente historia, han dado oportunidad para que Berlín se reinvente, y una de las manifestaciones donde es más notorio es en la arquitectura. Respetando el estilo de las construcciones antiguas, nuevos (y no tan nuevos) edificios con arriesgados diseños han tomado por asalto el skyline de la capital alemana, y sigues sorprendiendo tanto a los berlineses como a los visitantes.

El edificio que ocupa la Filarmónica de Berlín, obra del arquitecto alemán Hans Scharoun, marca la pauta de un recorrido que repasa varios estilos. Con una estética futurista, este inmueble reemplazó la antigua casa de la Filarmónica local cuando éste fue destruído por un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial. Otra construcción que vale la pena visitar es la Neue National Gallery, terminado en 1968, edificio de una aparente simpleza creado por Mies van der Rohe, que representa una forma transgresora de mostrar un museo con muros de cristal, develando el interior.

Neue National Gallery
Potsdamer Straße 50
Berlín, Aleman
ia
www.smb.museum

Platillos bávaros en la capital
Carne asada y altamente especiada, pasta, platillos a base de harina y albóndigas; es posible hacer una inmersión a cuatro tiempos en la gastronomía bávara en Lutter & Wegner, uno de los mejores restaurantes de cocina tradicional del sur de Alemania en Berlín.

A espaldas de la Gendarmenmarkt, considerada como la plaza más bella de la ciudad, y muy cerca de la Französischer Dom (catedral francesa), y de la Deutscher Dom (catedral alemana), se encuentra este vistoso restaurante con una de las terrazas más asediadas en tiempos veraniegos. Lo que comenzó como una pequeña vinatería se convirtió después de la guerra en un restaurante y desde ahí no ha parado de crecer. Hoy en día, su propuesta de comida teutona se ha convertido en un clásico, tanto por su locación como por su respeto a la gastronomía local. Recomendamos la Wiener Schnitzel, una especie de milanesa acompañada de papas y ensalada verde aderezada con limón. Tanto la selección de vinos de procedencia nacional, como su carta de cervezas alemanas son uno de los principales atractivos de Lutter & Wenger, pregunta al Sommelier (vinos) o al Ciceron (cervezas) por sus recomendaciones.

Lutter & Wegner
Charlottenstraße 56
Berlín, Alemania
www.restaurantlutterundwegner.de