PINEA WINES


Un vino español con sello mexicano

El origen de Bodegas Pinea es también la historia de dos amigos de la infancia que se vuelven a encontrar. A los mexicanos Vicente Pliego y Hugo del Pozzo no sólo les une una buena amistad, su amor por el vino les llevó a embarcarse en un proyecto empresarial con el que buscaban conseguir un único propósito: un vino de la máxima calidad que pudiera estar a la altura de los mejores vinos del mundo.

A pesar de conocer innumerables denominaciones y variedades de uva de todo el mundo tenían claro que sería en España, en la Ribera del Duero y con uva Tempranillo, ‘buscábamos una materia prima de extraordinaria calidad que nos permitiera hacer uno de los mejores vinos del mundo y sabíamos que allí la encontraríamos’ apunta Vicente Pliego. No fue fácil encontrar los viñedos perfectos pero lo hicieron en Olmedillo de Roa, Burgos, donde se daban las condiciones perfectas para elaborar su vino soñado.

Los dos tenían muy claro qué tipo de vino querían hacer, como señala Hugo del Pozzo ‘queríamos hacer un vino que respetara al máximo la naturaleza, con el objetivo de conseguir la auténtica expresión de nuestras viñas, pero sin olvidarnos de las más modernas técnicas enológicas’. En Pinea desarrollan una viticultura no intervencionista, con miras a la sostenibilidad, un profundo respeto al entorno natural, y una vinificación integral que permite a la fruta ser la estrella de sus producciones.

En 2017 lanzan al mercado los primeros vinos del proyecto, y ya desde el inicio sorprenden con su propuesta; como afirma Pliego, ‘PINEA es un vino complejo, pero a la vez delicado, afrutado y largo en boca. Un vino 100% tempranillo, hecho con el corazón y con el que queremos reflejar la pasión y el amor a una tierra que tanto nos está dando’. Procedente de uvas de viñas viejas de más de 30 años -algunos incluso centenarias- ubicadas a más de 900 metros de altitud, y plantadas en un suelo de arcilla calcárea, sus viñedos sufren a lo largo del año un clima extremo y muy duro que los hace únicos. Estas peculiaridades son las aportan personalidad, potencia y fuerza a sus elaboraciones.

Los vinos de Pinea han llegado a los restaurantes de los chefs y sommeliers más prestigiosos del mundo y han recibido numerosos reconocimientos a nivel internacional, como comenta del Pozzo ‘tenemos producciones muy limitadas, y la demanda no para de crecer. Estamos felices con el éxito del proyecto y trabajamos constantemente para poder satisfacer a todos nuestros clientes’.

El proyecto pretende duplicar su producción en los próximos cuatro años e incluso tiene proyectada la construcción de un complejo enoturístico para hacer más completa la experiencia del vino.