EL CIERRE PERFECTO


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Llegó la hora del postre. Viaja por la historia de algunos países a través de sus sabores más clásicos y encuentra el maridaje perfecto.

por Jessica Servín

De Francia para el mundo
Una de las delicias que el país Galo nos obsequió fue el crème brûlée. Su origen tiene fecha de registro en 1691, año en que fue hallado un libro de cocina de François Massialot donde se explicaba su receta. Y, aunque existen muchas versiones, su secreto es la consistencia de su crema al fondo de su crocante cubierta de caramelo, esa que rompemos al momento de insertar la primera cucharada.

¿De qué está hecho? De yemas de huevo, crema batida, azúcar y vainilla. Se dice que en París, el mejor lugar para probarlo es L’Avant Comptoir. Lo que sí es un hecho es que su preparación es sencilla, y que a todos les encanta.

La recomendación es maridarlo con un vino espumoso, de preferencia seco.

Ideal para la temporada

El tiramisú, un postre que –aunque se sirve frío – es perfecto para cerrar con broche de oro la cena de fin de año, sobre todo si ésta se basa en platillos calientes.

Proviene de Italia, de la región del Véneto, y se elabora de café espresso, crema batida, azúcar y cacao en polvo o queso mascarpone. Según registros de su historia, se dice que fue a finales del siglo XVII, en Siena, donde un cocinero lo creo para complacer al Gran Duque de Toscana, Cosimo III de Médici.

¿Con qué maridarlo?, queda muy bien con rosados.

Típicamente delicioso
No hay un postre más famoso que este: el cheesecake. Su historia milenaria llega a Estados Unidos desde Europa, pues fue creado en Grecia.

La primera versión que se tuvo de este postre estaba elaborada de queso ricota, pero cuando llegó a la Gran Manzana, el queso –su ingrediente principal –se transformó en queso crema, y fue así como nació el cheesecake.

La receta clásica no necesita más que queso crema, azúcar, huevos y crema agria. Unas décadas más tarde es que se añade la base de galletas trozadas y mermelada de fresa. Sin duda una combinación perfecta.

Marídalo con Champagne o, incluso, con un vino de postre como el Ice Wine.

Dulces fiestas
La miel es su ingrediente principal, y fueron los árabes quienes heredaron este increíble pan: el turrón. Incluso, dicen que durante la época de Carlos V ya era muy famoso.

Actualmente existen muchas variedades de este, hechas con diversas frutas o con flan, se acompaña de helado y sus formas también son dispares. El clásico es de forma rectangular y de gran altura. Dentro de su masa de azúcar, huevo y almendras, se ponen frutos secos y algunas veces se le añade chocolate.

Se lleva muy bien con vinos blancos secos y con rosados gris elaborados de uvas tintas.