ESQUIAR EN AUSTRIA Y SUIZA


UN PLAN JETSET PARA EL INVIERNO

Las montañas rodean los valles y los picos rocosos se asoman sobre unos pueblos encantadores. Desde diciembre hasta abril, esquiar en esos majestuosos Alpes, permite descubrir los más hermosos rincones de Europa con un ambiente que sorprende siempre. La temporada invernal nos lleva a descubrir los mercados navideños, una cocina exquisita y la simpatía de la gente, austriacos o suizos.

ZÚRICH
En el camino a los Alpes, conviene quedarse 2 o 3 noches en Zúrich, una ciudad cosmopolita e internacional que ofrece los mejores restaurantes y hoteles, unos paseos soberbios a la orilla del río o del lago para observar los cisnes. Hospedarse en el hotel Baur Au Lac, es la mejor garantía para disfrutar la mejor experiencia del mundo de negocios y arte que es Zúrich. Su elegancia nos invita a gozar de su lujo, su maravillosa atención, y su decorado, nos hacen viajar en el tiempo. En el jardín del hotel, durante todo el invierno, se instala una cabaña típicamente suiza, un chalet, donde se sirven cerveza y platillos locales: la raclette o la fondue.

Zúrich es una ciudad con elegantes edificios, las mejores tiendas, y está comunicada por avión o tren, con el resto del planeta. Es un placer, un amor de ciudad, escondida al pie de los Alpes.

LECH AM ARLBERG
Para esquiar en un lugar fabuloso, a 2h30 en coche de Zurich o de Múnich, atravesando unos valles fascinantes, pasando por Lichtenstein y sus castillos, se alcanza Lech, en el corazón de los Alpes de Austria. Se llega por una subida que descubre un paisaje de cuentos de hadas, y en el fondo de un pequeño valle se encuentra el pueblo de Lech, con sus casas que reflejan el amor de los austriacos a la naturaleza y la estética. Los grandes chalets decoran sus muros con las pinturas tradicionales, el pueblo conserva su autenticidad sin permitir edificios que lo pueden desfigurar. La iglesia, dedicada a St. Nikolaus, con su domo en forma de bulbo picudo, vigila su pueblo, con su cementerio a su alrededor y su acogedor interior.

Por encima de Lech, destaca el Parque Nacional Gipslöcher y los festivales de Bregenz se celebran en finales de enero en Lech-Zürs. Pero lo mejor de Lech, además de su encanto personal, es la zona de esquí, Ski Arlberg, que cuenta con 350 km de pistas de esquí preparadas, y 200 km de pistas de travesía. Además, es posible agregar la zona de Lech-Oberlech con 17 pistas de esquí y 18 rutas de esquí. Gracias al tren de Flexenbahn, entre Stben y Zürrs, se agregaron 88 remontées y 304 km de pistas, haciendo de zona, la más grande para esquiar en Austria. Bien vale saber que la pista Langer Zug, desde Rüfikköpf, es una de las 10 pistas más empinadas y difíciles del mundo.

Los hoteles conservan un encanto de casa típica, unos chalets muy lujosos ofrecen servicios de buttler, con masajistas particular y piscina privada, los restaurantes proponen una cocina exquisita, y vale la pena visitar el pueblo de Zug con su iglesia romántica, su mercado de navidad, o los pueblos de St. Anton o Zürs.

Valle surgido de un cuento de hadas, Lech es una auténtica invitación a desfrutar de una temporada de esquí con cultura y excelente gastronomía. Para los que quieren más aventuras y variantes de pistas, Innsbruck se encuentra muy cerca para seguir el viaje. Para los que están en busca de cultura, Viena, el lago de Constanza, Múnich y hasta Praga se encuentran a pocas horas de Lech.

JUNGFRAU

Jungfrau es el nombre del pico más alto (4,158 m) del macizo del mismo nombre, compuesto con otros dos picos, el Elger y el Mönch, con una altura de 4,099 m de altura. Al sur del Jungfrau se ubica el Gran Glaciar Aletsch, con una longitud de 24 km y un área de 118 km², siendo el glaciar de mayor tamaño y el más largo de Europa. El Jungfrau se levanta al norte del cantón del Valais y al sur del cantón de Berna, en la zona del Oberland bernés, dominando el valle de Grindelwald, con sus pueblos y más de 200 km de pistas para esquiar.

Los ferrocarriles, en un recorrido encantador de cuento de hadas, suben hasta Kleine Scheidegg, la estación de intercambio para ascender hasta la estación de ferrocarril más alta de Europa. Esta línea asciende a través de túneles hasta el Jungfraujoch, un soberbio observatorio donde se disfruta de las vistas privilegiadas panorámicas de los picos del Eiger, Mönch y Jungfrau, además del glaciar más grande de los Alpes.

Ese recorrido ofrece una aventura extraordinaria junto con la estancia en el valle, además de las hermosas pistas para esquiar. El pueblo de Grindelwald tiene un hechizo especial, con sus edificios surgidos de otros tiempos, sus pequeños restaurantes, sus adornos de navidad en las calles y su teleférico First para subir a un impresionante mirador suspendido en el aire, con una vista vertiginosa sobre el valle y sus chalets que sobresalen de la espesa nieve inmaculada. Es el punto de partida de unas fabulosas pistas que llevan a disfrutar del paisaje y de una excelente nieve.

LOS PLUS DEL VIAJE
Además de visitar Zúrich y sus pueblos cercanos con sus castillos, sus granjas, sus exquisitos restaurantes, es agradable visitar la ciudad de Lucerna, el lago de Constanza con sus pequeños puertos encantadores y sus hoteles-spa. La ciudad de Múnich está muy cerca, puede ser un puerto de entrada aéreo, y en el camino se puede visitar el castillo de Neuschwanstein o la ciudad de Salzburgo.

Esquiar en los Alpes Austriacos o suizos permiten juntar el deporte con la cultura, adicionando una maravillosa gastronomía. Los encuentros con la gente son fabulosos, su amabilidad y su autenticidad agregan puntos adicionales a una experiencia fuera de serie.

El placer de los Alpes ofrece una magia que invita a esquiar como el personaje principal de un cuento, una historia de nieve, fantasía y belleza.

CÓMO IR
Travelquest
travelquest.com.mx

CUÁNDO IR
Todo el año y sin embargo la mejor temporada para esquiar es de diciembre a abril.

El resto del año es para disfrutar de las praderas, su ambiente y restaurantes, trekking en unos paisajes fastuosos.