¿DIETA Y EJERCICIO PARA INICIAR EL AÑO?
[gss ids=”7307,7308,7309″ options=”timeout=4000″]
por Dr. Fernando Pérez Galaz
Instituto de Obesidad y Síndrome Metabólico Lomas
Es ya el 2019 y con la llegada del año nuevo comienzan los nuevos ciclos y los propósitos para el año que comienza.
Invariablemente uno de los propósitos de año nuevo recurrentes en muchas personas es perder peso. Dejar esos kilos de más que se han acumulado en el último año o en los últimos años… ¡Ahora si ya me vi!, ¡Este año es el mío!, ¡Este mes si me inscribo al gimnasio!, ¡Esta vez sí lo voy a lograr!
Seguramente estas frases te parecen familiares ya que transmiten la buena voluntad de quién las pronuncia, sin embargo, lograr que estos propósitos se cumplan es mucho más complicado el deseo y la voluntad de las personas.
La obesidad es una enfermedad crónica compleja que se caracteriza por el incremento del peso y acumulación de grasa en el cuerpo provocando diferentes enfermedades.
Si, la obesidad es una enfermedad. Durante años los médicos y la sociedad en general hemos estigmatizado a las personas que la sufren catalogándola como gente sin fuerza de voluntad y sin ganas de tener una buena salud. Y nos hemos empeñado una y otra vez recomendar el simple y sencillo tratamiento de “dieta y ejercicio”. Si fuera tan fácil perder peso con “dieta y ejercicio”, todos seríamos esbeltos y con cuerpos esculturales y atléticos.
La incidencia de obesidad a nivel mundial ha aumentado dramáticamente desde la década de los 80s llegando a niveles de epidemia. Se calcula que en el 2016 más de 650 millones de adultos en el mundo son obesos.
Las personas con obesidad tienen mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades del corazón, presión alta, apnea del sueño, hígado graso, problemas de colesterol y diferentes tipos de cáncer como el cáncer de colon y páncreas.
Y por supuesto que la solución a este problema es mucho más compleja que solamente “dieta y ejercicio”.
Un estudio realizado en el Reino Unido y publicado en la revista de salud pública de los Estados Unidos reveló las probabilidades que tiene una persona para perder peso de acuerdo a su índice de masa corporal (IMC) usando únicamente la receta “dieta y ejercicio”. Aquí los datos:
• Una persona con IMC entre 30 a 34.9 (obesidad grado I) la probabilidad que llegue a peso normal es de 1 en 2010, es decir el 0.005 %.
• Una persona con IMC entre 35 a 39.9 (obesidad grado II) tiene una probabilidad de lograr peso normal en un año de 1 en 701, el 0.002%.
• Y en una persona con IMC mayor a 40 (obesidad grado III) su probabilidad anual se reduce a 1 en 1,290 individuos, o sea, el 0.0008%.
Estamos condenando a nuestros pacientes a la resignación y a la autoflagelación anual de no lograr cumplir los propósitos de año nuevo si continuamos recetando “dieta y ejercicio” como único tratamiento ante esta enfermedad. Hacer es esto es tan absurdo como decirle a un paciente que tiene una infección que solamente comiendo frutas y verduras va a curarse.
El mejor tratamiento para la obesidad es la cirugía bariátrica y claro: “dieta y ejercicio”. Tanto la manga gástrica (gastrectomía vertical) como el bypass gástrico son auxiliares en la pérdida de peso, ambas cirugías deben de ir acompañadas de un programa intenso de cambio hábitos tanto alimentarios como de actividad física.
Y no, la cirugía para perder peso, NO es el camino fácil como varios amigos médicos piensan. Es un camino que requiere el trabajo del paciente en su preparación física y mental, requiere el compromiso de la familia y el apoyo de un equipo médico interdisciplinario para lograr que se cumplan las metas planteadas.
En el instituto de Obesidad y Síndrome Metabólico del Hospital Angeles Lomas podemos resolver todas sus dudas.