FILIPPETTI YACHTS NAVETTA 26


 

por Edmundo A. Eguiarte
fotos Filippetti Yachts

TENDENCIA ECOLÓGICA

Filippetti, además de sus embarcaciones tradicionales, decidió poner énfasis en una tendencia que ha llegado hasta la construcción naval de placer: la ecología.

En el caso de su serie Navetta, el modelo 26 – llamado así por sus veintiséis metros de eslora – es un perfecto exponente de esta tendencia, que ahora rodea la esfera náutica.

Su concepción como integrante de esta línea, con una ética consciente de nuestra interacción con el medio ambiente, especialmente el marino, hace que cada espacio y aspecto técnico cumpla con las rigurosas normas impuestas por RINA para obtener la certificación “Green Yacht Star”. Gracias a esto, podemos decir que Navetta 26 se distingue como una embarcación con los más altos estándares en cuanto a manejo de residuos y control de emisiones lo cual, obviamente, se refleja en el poco impacto que este hermoso yate tiene en el ambiente.

El exterior es una muestra clara su diferencia y distinción: sus ventanales de proa, tanto en el flybridge como en la cubierta principal, hacen que se pueda tener una vista panorámica. En el caso del flybridge, es para guiar la embarcación sin dilación y poder hacerlo visualmente con ayuda de los instrumentos. Por el otro lado, en la cubierta principal, le da una vista privilegiada al camarote del dueño.

En sus tres cubiertas Pietro Mingarelli – diseñador del exterior e interior – buscó llevar trazos muy claros y definir los espacios perfectamente. La paleta de colores utilizada en el interior es básicamente blanco con diversas tonalidades (marfil, crema, etc.), y algunos detalles obscuros que contrastan. Tal es el caso del piso de la sala y comedor de color nogal, mientras que en el camarote principal destacan detalles en la alfombra. Por todo el interior, en los bordes del techo también resalta la utilización de madera obscura.

El flybridge está decorado con un comedor para ocho personas, un wetbar y una mesa informal en el costado de estribor. En la popa encontramos dos espacios para asolearse, unos camastros orientados hacia la proa y un sunpad orientado hacia la popa. La única sección techada de esta cubierta es el puente de mando, dónde se controla toda la electrónica de navegación.

La cubierta principal tiene dos ambientes: la parte exterior – en la popa – compuesta por una sala de estar con una pequeña mesa que puede servir para disfrutar de un café por la tarde o un desayuno; y la parte interior engalanada por una sala en un área más hacia la popa, un comedor formal para ocho personas, la cocina que sirve como división entre las áreas comunes, así como el camarote del dueño, ubicado en la parte de la proa y cuyo baño se encuentra en el nivel inferior con acceso únicamente a través del aposento. En la parte de proa, en el exterior hay un sillón que nos sirve como mirador y permite disfrutar de aquello que se avecina en nuestra travesía.

La cubierta inferior es la que da cabida a todos los invitados y a la tripulación. Los motores están situados en la parte posterior de esta embarcación, así, todos los camarotes se encuentran en una misma sección. Los primeros dos son los de la tripulación, mientras que los dedicados a invitados son tres y ocupan más de la mitad de esta cubierta. Hay uno a babor con cama matrimonial, otro a estribor con dos camas individuales y por último el VIP, con cama matrimonial y mucho más espacio que los dos anteriores. La última sección, como mencionaba en el párrafo previo, es el espacioso baño de la cabina del dueño.

La tendencia ecológica está permeando este sector. Esperemos que los resultados contribuyan a que nuestra interacción con el resto del planeta, en especial con nuestros mares, tenga menor impacto y que procuremos el cuidado de un medio tan maravilloso – y con tantas cosas por descubrir –, como es el marino.