SU IDEAL: REDISEÑAR EL HÁBITAT
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Lago vive la innovación con enfoques muy diferentes entre sí, en los cuales el mobiliario es una parte central pero no totalizadora, porque buscan que el mundo entero aporte frescura al diseño del espacio residencial.
por Arturo Emilio Escobar
Los orígenes de la firma Lago se remontan a finales del siglo XIX, cuando Policarpo Lago comienza su labor artesanal como ebanista en las residencias señoriales y en las iglesias venecianas. La generación sucesiva continuó su tradición y amor por los detalles, extendiendo la producción a las recámaras y a pequeñas piezas para el recibidor. En el curso de los años 80 fue cuando sus hijos –Daniele, Franco y Rosanna Lago– creyeron que había llegado el momento de concentrarse en el mobiliario de la estancia familiar y en otras áreas del hábitat.
En 2006, llegada la cuarta generación, la empresa de Villa del Conte se convierte en S.A. y se enfrenta a la realidad del mercado global. Entonces, empieza un nuevo viaje lleno de desafíos. Hoy están presentes en todo el mundo con más de 400 tiendas y numerosos showrooms en ciudades europeas como Roma, Milán, Londres, París y Barcelona. Su expansión sigue en pleno desarrollo, pero aún mantienen firmes los lazos con sus raíces made in Italy.
LA ESENCIA ES MOLDEABLE
Lago cree en una visión profunda del diseño, como disciplina que produce sentido a la vida y no solo productos. “Nuestro compromiso gira en torno a la innovación de toda la cadena de experiencias: comienza con un fresco y arriesgado concepto, continúa con la impecable manufactura y vida útil del producto en las residencias, culminando con el fácil desmontaje para un posible reciclaje de los materiales”, explica Franco Lago.
De acuerdo con su hermana Rosanna, el diseño también debe crear cultura, “sin ser una flor decorativa para ponerse en el ojal, sino la condición indispensable para producir innovación, para hacer más fácil y divertida la vida cotidiana”.
La lógica de su red creativa es que no existe un único genio diseñador, sino muchos pequeños polos de interacción o equipos que se comunican entre sí, expresando la esencia de una compañía en la que todos pueden aportar; incluso quien esté fuera de su red. Por eso, “preferimos una comunicación circular donde creadores, ingenieros, productores y usuarios puedan mezclar sus diferentes profesiones, intereses, capacidades y energías para generar líneas de mobiliario e ideas que mejoren la vida en casa, que logren incluso transformar los conceptos ya asumidos de lo que es una sala, cocina o recámara”, menciona Daniele.
Su ideal está resumido en una frase tan intuitiva como desafiante: Re-design Life, que define muy bien su ADN y los anima a buscar nuevas experiencias de diseño.