ARTE POP ISRAELÍ


Al recorrer las zonas turísticas de Jerusalén y Tel Aviv descubrirás que varias galerías muestran la extrovertida obra de David Gerstein, uno de sus artistas contemporáneos con sólida trayectoria y reconocimiento en 22 países.

POR Arturo Emilio Escobar
FOTOS Arturo Emilio Escobar y cortesía Gerstein Gallery Jerusalem

Al caminar por el corazón de Jerusalén, donde se reúne la escena cultural y turística, muy cerca de los hoteles Waldorf Astoria y Mamilla, encontrarás la Artmosphere Gallery, un gran cubo de luz pintado de blanco donde se exhiben coloridas esculturas que parecen tener movimiento, jugando con diversión y mostrando optimismo. De igual forma, si transitas por la concurrida avenida Ben Yehuda de Tel Aviv, detente en el número 101, porque llamará tu atención la Gerstein Gallery, habitada por emotivas piezas con diferentes figurativas.

Toda esa fusión multicolor, que se desdobla en múltiples dimensiones, surge de la inventiva de David Gerstein (Jerusalén, 1944) quien a los 21 años de edad inició sus estudios en la Academia de Artes y Diseño Bezalel Jerusalem, uno de los colegios más reconocidos de Israel por el alto nivel de los jóvenes que exploran los lenguajes artísticos. Luego, en la década de los 60, David emigró a París para seguir su preparación en la Escuela Superior de Bellas Artes y posteriormente tomó clases en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, una oportunidad única que afinó sus sentidos, la experiencia de vida que marcó su futuro. Actualmente, el artista israelí utiliza la tecnología láser para cortar las secciones de acero y aluminio con las cuales forma sus obras, donde libera su impecable técnica aplicando un sinfín de colores con pintura industrial.

“Tengo una filosofía esencial: el arte tiene que estar vivo, debe sentirse como algo cercano, en un entorno cotidiano, pero no debería ser algo que ves cada año cuando visitas un museo,” dijo David Gerstein, durante una entrevista con la plataforma Israel21c en su estudio, que se ubica en el número 13 de la calle Harechavim, en Jerusalén, donde, con suerte, podrás ver cómo da vida a sus creaciones artísticas.

“Mi arte pop es personal, no estoy tratando de imitar a Andy Warhol, pero mis sentimientos son los mismos cuando se trata de colores e imágenes populares”.

Además, mi obra no es un acertijo, porque trato de hablar de igual a igual con el espectador, no me gusta que las obras artísticas sean ambiguas y extrañas”.

Los objetos y momentos cotidianos que David representa en esculturas de pared con ángulos multidimensionales o en obras de gran escala (instaladas en plazas y parques al aire libre), visualmente proyectan volumen y profundidad, un amplio espectro de color, así como sus lienzos, grabados, dibujos y pequeñas colecciones de diseño hablan de una libre experimentación, de la vida del propio creador. “No invento imágenes que salen de la nada, nunca he trabajado así, no sería yo, porque todas mis figuras se basan en mis recuerdos, por ejemplo, al revivir esos instantes guardados en mi memoria de mi madre montando en bicicleta, fue cuando surgió la escultura Tour de France,” que ahora ha configurado en diversas series, grupos de ciclistas y puntos de fuga.

Para él, no existen las barreras técnicas si se trata de expresar una idea en un grabado, escultura, pintura, objeto, mural o dibujo, porque su experiencia y dedicación lo han conducido por todos los caminos. Incluso, al principio de su carrera Gerstein incursionó en la ilustración para niños, sin duda fue un buen comienzo que le dio seguridad, al ser reconocido con el Premio de Ilustración del Museo de Arte de Israel. Su obra actual, reconoce, surge del deseo de romper el límite impuesto entre el arte callejero y el que se exhibe en las salas de museos.

Durante los últimos años, el reconocido artista también ha trabajado murales en China, donde le han encargado varias obras en diferentes ciudades del Lejano Oriente. La manera en que logra transmitir vida y energía lo han llevado a realizar piezas en hospitales y residencias de ancianos, quienes sienten una dosis de felicidad al ver su expresión.

Con numerosas exposiciones, por ejemplo en Ostendorff Gallery, de Alemania; el Museu Nacional do Brasil; la Newbury Fine Art Gallery, de Estados Unidos; la Galería Quorum, en España; así como en la Catto Gallery, de Inglaterra, por mencionar algunas, David Gerstein, a sus 72 años de edad, sigue trabajando día a día para llevar su lenguaje de alegría, buen humor y optimismo a todo el planeta, a través de representaciones en galerías de Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Bélgica, Israel y Japón, entre otros 22 países.